Aún no he pasado de los treinta (aunque ya los estoy temiendo). Desde siempre me ha llamado la atención el dinero y nunca se me ha dado mal gastarlo
Estudié economía, casi por descarte, y me enamoré de los números, los excels y la gestión empresarial en sí misma, por suerte, además, no se me da del todo mal.
Ahora mismo trabajo en la dirección financiera de una pequeña pyme, que aspira a ser muy muy grande. Si bien en el trabajo no es oro todo lo que reluce, el proyecto es apasionante y me permite crecer personal y profesionalmente todos los días. Además, he tenido la suerte de encontrar en mi jefe a una muy buena persona y mejor mentor.
En abril de 2020, en plena cuarentena y desesperada por el encierro en casa, mi chico me animó a abrir un blog (porque mientras yo estuviese entretenida, él podía jugar tranquilamente a la play, vaya…). Gracias al blog Reinvirtiendo y a la cuenta de twitter @Reinvirtiendo, he descubierto una comunidad maravillosa en la que aprendo muchísimo. Yo también quiero aportar mi granito de arena, por ello estoy planteándome nuevos proyectos para ampliar la difusión de los conceptos económicos y de la gestión de finanzas personales tanto en el blog como en el canal de youtube, espero que 2021 sea el año para coger ritmo.
¿Hasta qué punto debemos revelar nuestras finanzas/patrimonio? ¿Sigue siendo tabú hablar de dinero, incluso en fintwit?
Hablar de dinero en sí no es tabú. Ve y pregúntale a la primera persona a la que te cruces por la calle cuánto le costó su coche. Seguramente no tengan reparo en contestar e incluso presuma de la cantidad de dinero que gastó en él, orgulloso. Lo que es tabú es hablar de cómo organizamos el dinero que generamos o ganamos.
Tristemente creo que sigue siendo tabú debido al miedo que nos da que otros puedan juzgar las decisiones económicas que tomamos en el día a día. En la sociedad que nos hemos montado, aparentemente es genial presumir de gastar dinero: viajes, coches, restaurantes… Hablar de un plan de pensiones con tus amigas, cuya media de edad no supera los treinta, es ser un bicho raro; hablar de bolsa con tus padres es exponerte a que crean que estás jugándote los ahorros en el casino... Incluso en fintwit encuentras gente que critica si has gastado más o menos en el supermercado.
Exponerte de esa manera, desnudarte financieramente, es complicado.
Creo que también entran en juego otras variables que, personalmente, me preocupan. No me da ninguna vergüenza contar en twitter las calamidades o éxitos de mi gestión financiera porque me escondo tras una caricatura, sin embargo, no se si sería capaz de hacerlo en un perfil con mi cara y mi dirección, por dos motivos: el primero de ellos por seguridad. ¿Dormiría tranquila sabiendo que cualquiera puede conocer la cantidad de dinero que tengo en el banco? Y el segundo tema es la discreción o la humildad… no sé bien cómo definirlo, me explico: no vivo en marte, por lo que soy consciente de que hay personas que, por muchas ganas que le pongan, se enfrentan a situaciones económicamente complicadas, ¿está bien que una persona “privilegiada” exponga cómo es su operativa o quizá pueda levantar demasiadas sensibilidades? Ahí lo dejo, como reflexión.
¿Echas en falta algún tipo de perfil en la comunidad para aprender, o temario concreto? ¿Existe más propaganda que divulgación?
Creo que en la comunidad hay de todo, hay muchísimos perfiles que aportan un valor incalculable, que podrían llenar bestsellers con sus hilos. Creo también que hay muchos perfiles que buscan un rédito económico a lo que hacen, a mi no me vas a ver criticarlos o llamarles vende-humo o algo por el estilo; es lo maravilloso del mercado, cada uno es libre de intentar vender lo que le apetezca y la otra parte de comprarlo o no.
Que haya de todo no significa que haya suficiente.
La comunidad de fintwit vivimos en una especie de burbuja: creemos que todo el mundo invierte, que todo el mundo conoce Interactive Brokers o Degiro, que todo el mundo sabe lo que es un fondo indexado… pero realmente somos cuatro gatos.
Que haya de todo no significa que haya suficiente, por que hay un alto porcentaje de las personas a las que no llegamos.
Creo que hay algo muy bonito en la comunidad, que está por encima de los roces que a veces vemos, que es que dedicamos nuestro tiempo a la divulgación financiera. Hemos conseguido, por lo menos dos veces, ser trending topic luchando contra “sálvame” o “Pedroche”, eso es espectacular, sin embargo, aún no es suficiente, por lo que yo animaría a todo aquel que le apetezca a aportar.
No hay suficientes blogs de personas corrientes contando cómo aprenden, no hay suficientes perfiles en twitter aportando valor. Hay muchos, y la mayoría geniales, pero debemos seguir intentando llegar a una mayor parte de la población y oye, si el mercado mientras te recompensa, me parece estupendo.
Háblanos sobre tu trabajo y las ventajas e inconvenientes de la pyme frente a una gran empresa.
No se si voy a poder comparar bien con la forma de trabajar de las grandes empresas, puesto que nunca he trabajado en una, aunque me guiaré de lo que me transmiten mis amigos y conocidos que sí…
Lo mejor y lo peor de trabajar en una pyme, en mi opinión, es que no eres un número. Eres una persona con cara, nombres y apellidos, gustos, familiares y mascotas… con tus hobbies y tus manías. Se bien que mi tarjeta de visita luciría mucho más si pusiera “directora financiera” en una gran gestora o empresa… pero, para mí, es muy satisfactorio trabajar en una pyme donde tus decisiones importan, donde aprendes y luchas por mejorar la empresa día tras día.
Lo peor, son los medios. Cuentas con menores protocolos, con formas de trabajar poco eficientes y es complicado, en ocasiones, saber si lo estás haciendo todo lo bien que podrías.
¿Puedes tratarnos de “vender” tu cartera? ¿Qué estrategia o metodología sigues a la hora de entrar en un valor?¿Y a nivel de gestión de capital?
Lo siento pero no puedo, no puedo “venderos” mi forma de gestionar mi capital, ni mi cartera ni nada, porque yo solo estoy aprendiendo y estoy segura que cometeré errores si no los estoy cometiendo ya.
Lo que si puedo recomendaros es la necesidad de llevar controlados los ingresos, gastos y de invertir. Hasta noviembre de 2019 que comencé mis aportaciones en fondos indexados, gastaba prácticamente todo el dinero que aparecía en mi cuenta corriente.
Decidí que mi operativa no podía seguir así, por lo que el día que llegaba la nómina, directamente hacía una transferencia de la parte que quería ahorrar a un fondo indexado. A partir de ahí todo tomó rumbo. Cada mes podía hacer aportaciones mayores, porque mis gastos se iban ajustando al presupuesto que tenía disponible.
En julio de 2020 comencé mi cartera de acciones, basada en estrategia DGI. Seguramente no sea la mejor opción, ni la peor, ni la más rentable, ni la menos… cada persona debe encontrar una operativa que le haga sentir cómodo y dormir bien. A mi, personalmente, ver desde el minuto cero que la bola de nieve se va haciendo mayor con los dividendos obtenidos, me funciona y me permite estar tranquila con el capital invertido. Seguro que obtendría mucha más rentabilidad siguiendo otras estrategias, pero no se si aguantaría las épocas en rojo, o ¡peor! las rentabilidades astronómicas sin deshacer la posición.
Cuando te propuse hacer la entrevista me dijiste “si yo estoy aprendiendo, no tengo nada que enseñar”.
¿Cuál es tu aportación a la comunidad, validada por, como mínimo, 3616 seguidores a 16/01/21? ¿Por qué te sigue la gente?
Creo que me siguen por mis dramas
Es broma, realmente no me esperaba ni en el mejor de mis sueños la acogida que tuvo mi perfil en la comunidad. Intento mostrar sinceramente tanto mis ilusiones como mis miedos, mes tras mes, de cómo afrontar la gestión de mis finanzas personales. Creo que por ello mucha gente puede verse identificada, porque no soy mejor ni peor que ninguno de ellos y solamente estoy aprendiendo, igual que todos, e intentando hacerlo lo mejor posible.
¿Publicar tus finanzas en internet no conlleva cierto sesgo con el ahorro a la hora de gestionarlas? ¿Has llegado a privarte de algo por “quedar bien”?
En absoluto, es lo genial de tener un perfil anónimo.
Si supiese que mi padre va a leerme, quizá no podría publicar ciertos detalles o si supiera que me está leyendo, yo que sé, mi próximo jefe o algún socio importante de la empresa… quizá ahí podría tener algún sesgo, aunque realmente en la actualidad tampoco lo tendría.
Como decía antes, cuento lo que creo que hago bien y lo que hago mal de la manera más transparente que encuentro, soy humana, como todos, tengo mis caprichos, mis errores y mis aciertos, por ello no me he privado nunca de nada, si a alguien no le gusta lo que hago o dejo de hacer, que cierre la puerta al salir, yo no estoy vendiendo que sea la perfección ni que nadie tenga que hacer lo que digo o lo que hago yo… ser uno mismo es tener una libertad absoluta, en resumen.
Me gusta la empatía que transmite el blog y tu canal de youtube (aunque siendo sincero tengo que ponerlo a 1,5x para poder ver los vídeos a gusto ).¿Cuáles son tus objetivos con este par de activos digitales que has creado?
Si te consuela, yo también pongo siempre los vídeos a más velocidad
Realmente ahora mismo estoy muy centrada en proyectos laborales pero siempre tengo en mente aprovechar los espacios en la red para intentar acercar la economía de una manera sencilla y llana a las personas. Ese sería mi “sueño”, por decirlo así.
Hay un libro de Gregorio Hernandez que se titula “la economía funcionará cuando tu la entiendas”, confieso que aún no lo he leído, pero el título en sí me parece que transmite una idea muy potente.
Para entender la economía, en un nivel básico, no hace falta un doctorado, entender los distintos puntos de vista de las escuelas, los modelos económicos, cómo funciona la oferta, la demanda, la economía y la hacienda públicas… y otros muchos conceptos, me parece que sería la base para crear una sociedad mucho más próspera y justa.
Para gestionar tus finanzas personales, ahorrar e invertir, quizá no hace falta conocer la curva de Laffer o la teoría del ciclo vital de Modigliani, pero si te la explican de una manera amena y fácil de asimilar, quizá se puedan sentar las bases al por qué todas las personas deberían tener un control financiero sobre sus vidas y encontrar un “porqué” hacerlo.
Prometo que voy a ponerme las pilas en el blog y en el canal de YouTube y espero poder crear contenido de calidad que llegue a más personas y ayude a la bonita labor de la difusión de la importancia de las finanzas personales.
¿A partir de cuánto dinero dejarías de trabajar, en caso de querer? ¿Crees en poder tener algún día la ansiada independencia financiera que tanto se habla por twitter?
Ahora mismo, que acabo de empezar, para mi es muy difícil establecer una cifra en la que dijera “me planto”, así, a bote pronto (para que veas que me mojo) diría que me plantaría en activos valorados en 3 millones de euros.
Es una locura, aunque quién sabe, la vida da muchas vueltas. Por ello no me preocupa una cantidad en sí, ni me planteo una cifra realista en la que dejar de levantarme a las 6 todas las mañanas.
Para mí la independencia financiera adopta mejor matiz con el término libertad financiera. Es decir, ser libre de poder elegir en cualquier momento, porque la vida te plantee determinadas circunstancias, de tomar un camino u otro sin miedo.
Esta idea me empezó a rondar en la cabeza cuando tomé consciencia hace unos años de la fragilidad de la vida y de cómo la normalidad cambia de un día para otro.
Nunca había tenido que enfrentarme a la muerte de ningún ser querido hasta hace unos cuatro años que falleció mi abuelo. Antes de este punto, que ya sería de no retorno, hay otro que, personalmente, me acongoja mucho más: la enfermedad.
Para mi la libertad financiera sería la tranquilidad de saber que si algún ser querido o familiar necesitase cuidados las veinticuatro horas al día, saber que puedo dejarlo todo para poder estar ahí y tener la capacidad económica de brindar las mejores ayudas y comodidades al proceso. Quizá esta circunstancia se me presente algún día en mi vida, ahí te diré la cantidad exacta de dinero con la que podría dejar de trabajar.
¿Te ha afectado laboralmente y a nivel personal desde un punto económico lo del COVID-19? ¿En qué?
Por supuesto, creo que a mí como al resto de la población le ha afectado de una manera u otra el dichoso bichito, pero también creo realmente que las cosas son más cómo dejas que te afecten, es decir, cómo te las tomas.
Sinceramente, creo que soy muy muy privilegiada; laboralmente es cierto que apenas lo hemos notado (de momento, porque si esperamos consecuencias este 2021) en la empresa. Al ser una empresa centrada en la agricultura hemos tenido la suerte de vernos como sector esencial, aquello de “si el campo no produce, la ciudad no come” se ha visto muy reflejado en estos meses que estamos pasando. Este sector, precioso para el que lo conoce, es por lo general muy maltratado en términos de prestigio social o económico, espero que esto sea un punto de inflexión para dar valor al trabajo que se realiza día a día en la investigación, desarrollo y producción agraria.
A nivel personal, al principio de esta pesadilla lo pasé muy mal, tuve unos días con ataques de ansiedad, antes de que se declarase el primer estado de alarma, básicamente porque la naturaleza humana quiere tener las cosas bajo control y es temerosa ante la incertidumbre, sin embargo, como he dicho, creo que las cosas son como te las tomas y decidí que esto debía ser una oportunidad para ser mejor: he aprendido a pasar tiempo de calidad con los míos, a valorar lo importante que es tener a la familia y amigos cerca… Como ya he dicho, me siento muy privilegiada.
¿Crees que hay un cambio de tendencia y la gente empieza a preocuparse por sus finanzas?
No se si realmente la hay o queremos que la haya y por eso buscamos los datos, objetivos y subjetivos, para confiar en esa idea. Creo que poco a poco se va despertando una conciencia de responsabilidad individual con las finanzas y la búsqueda de una seguridad financiera, sobre todo en las generaciones que hemos nacido y crecido con esa inseguridad como expectativa. En mi opinión la crisis de las hipotecas subprime tocó muchas sensibilidades y mucha gente lo pasó realmente mal al ver que la vida que llevaban no era ciertamente la que podían permitirse; quien ha sido capaz de hacer esa lectura de esos años, estoy segura que ha desarrollado una conciencia sobre las finanzas personales.
Sin embargo, creo que aún queda muchísimo recorrido para enfocar esa inquietud sobre las finanzas personales en una realidad que sea una base para construir una sociedad más capaz. Hay aún mucha desinformación, mucha falta de conocimiento y muchos mitos que rodean a las inversiones y a la gestión financiera personal, pero bueno, es un proyecto bonito poder aportar aunque sea un único grano de arena al objetivo común de buscar una mayor inteligencia financiera, asique en ello estamos, caminando.
Pregunta para el próximo invitado: ¿Es la democratización de los vehículos de inversión y de la información financiera una oportunidad para que la sociedad sea un contrapoder?