El volumen es uno de los datos de mercado objetivos de más relevancia que existe, junto a los relacionados con el precio. No se considera un indicador, si no que hay indicadores que se basan en él. En este artículo nos centraremos en el volumen clásico relativo a las acciones.
El volumen de una acción no es más que la cantidad de contratos negociados –de compra/venta– que ha habido durante un periodo de tiempo. Este volumen “estático” tiene en cuenta nº de contratos, es decir, número de veces que demanda y oferta han casado, un papel de dos actores. Un contrato, y por tanto una unidad de volumen, es el ejercicio de compra + venta una vez realizado.
También nos podríamos referir al volumen de un futuro, una opción o de los títulos de deuda negociados en el mercado secundario, aunque existen ligeras diferencias en cuanto a la recepción de esos datos. Esto choca con la manera de visualizarlo de diferentes plataformas, que asocian el verde a un supuesto volumen de “compra” o rojo de “venta”.
Esto es falso.
Generalmente, las plataformas asocian el color de la barra de volumen (si lo ves en forma de histograma como en la foto) al color de la vela que indica el precio, verde verde , rojo rojo, esto se hace para una facilitar visualmente variables emparejadas como en este caso volumen y precio, aunque existen casos en los que no (como en el de la foto). Que el precio aumente en un periodo de tiempo no indica necesariamente que el precio de la siguiente vela empiece por encima de la anterior (gaps), podemos encontrar ejemplos de esto tanto al alza como a la baja (verde o rojo). Es otra forma de mostrar la tendencia, con algo de sesgo.
Dentro del tipo de órdenes a mercado que existen (hablaremos de ello en otro artículo), una de las relevantes es la de Volumen oculto. Son órdenes que sólo muestran una parte parcial de la compra o venta y que a medida que se ejecuta se va revelando el resto en paquetes iguales. Esta orden se realiza para no dar pistas de lo que alguien con una posición elevada de acciones pretende y empuje a los minoristas u otros agentes de mercado a cambiar el precio, así no se aprecia el interés en comprar o vender una gran cantidad y se evitan movimientos adversos contra el valor.
También se suelen realizar en activos poco líquidos cuando alguien quiere deshacer posición. Estadísticamente hablando, el volumen es muy jugoso, podemos extraer información valiosa si la sabemos interpretar de manera correcta.
Existe una correlación positiva evidente entre capitalización y volumen o número de contratos negociados, las empresas que más capitalizan generalmente tienen mayor cantidad de acciones disponibles para su negociación (free float). A su vez, podemos deducir que a mayor volumen, mayor será el interés por parte de los inversores y al contrario.
El volumen absoluto en una acción puede ser irrelevante de forma aislada a la hora de operar, pero puede ser interesante compararlo de forma relativa con empresas de su mismo sector, tamaño y consigo en otros periodos (fases del ciclo) y rangos de precios. Este tipo de comparaciones suelen hacerse con el Capital negociado (Precio x Volumen), con esto sabremos la cantidad de unidades monetarias que se han movido en el valor, nos servirá para homogeneizar datos y hacer una comparativa realista.
LEVEL 2 o Amplitud de mercado:
La amplitud de mercado, “level 2” o vulgarmente llamado “posis” (de posiciones), no es más que la posibilidad de observar en tiempo real las órdenes, número de participantes y ejecuciones que se realizan para un determinado rango de precios.
Encontramos información interesante como la diferencia entre el Precio de compra y el de venta (spread bid/ask), número de órdenes de compra/venta con su correspondiente volumen, podemos detectar “tapones” en diferentes niveles, órdenes que se retiran una vez se acercan a precios de ejecución para engañar generando presión compradora o vendedora… en definitiva, patrones de comportamiento que sugieren pautas en los precios. La amplitud de mercado es muy recomendada en operaciones de corto plazo, siendo su utilidad relegada a un segundo plano a medida que tu horizonte temporal se aleja.
Volumen de distribución/acumulación:
Salta a la vista cuando encontramos velas de volumen grandes (comparadas entre sí). Indica que está pasando algo. A los profesionales y manos fuertes, se les ve de lejos, disparan el volumen. Les gusta comprar despacio, con paquetes que no llamen mucho la atención, ya que de lo contrario hundirían el precio con la venta o lo subirían demasiado con la compra y el precio medio que les quedaría sería algo desfavorable. Para ello necesitan contrapartida a la compra o la venta para ir realizando operaciones de acumulación o distribución, es por eso que intentarán manipular a su favor tanto como les sea posible para conseguir buenos precios medios. Determinar si el volumen es de acumulación o distribución es algo que se conoce a posteriori, a toro pasado.
En este gráfico podemos observar ejemplos de distribución de manos fuertes, acompañando la tendencia bajista del valor, para ver algo de acumulación (con menos volumen relevante, más pensando en el rebote por cierre de cortos) después de la gran caída.
El gráfico a continuación muestra otro tipo de distribución, vemos mucha negociación en el periodo lateral alcista hasta que ese volumen desaparece y los minoristas o “manos débiles” se encargan de seguir comprando sin generar demasiado volumen, logrando una subida importante en el valor, para después caer con fuerza. El valor se vuelve volátil con muchos gaps erráticos a partir de ahí.
Otro ejemplo que se le parece bastante…
Ahora vamos observar un ejemplo de acumulación con mucha volatilidad en la caída. Día tras día abriendo con fuertes gaps bajistas y mucha variación en el precio diario. Más de un 40% de caída hasta mínimos, todo ello acompañado de gran volumen. Las manos fuertes aprovechan para comprar poco a poco para quedarse con un precio medio cada vez más bajo. Saben que esta caída es temporal para este activo en cuestión y que volverá a la normalidad. En 1 mes ya ha recuperado toda la caída y el valor en máximos.
Gap de ruptura con fuerte volumen, en este caso sí podríamos hablar de volumen comprador, hablaríamos de volumen climático, generalmente indica arranque o confirmación de tendencia (alcista en este caso) en valores consolidados, aunque la tendencia de largo plazo ya lo era. Este tipo de eventos pueden verse también con poco volumen si el activo es ilíquido, en ese caso el escenario no es tan fiable.
Debemos tener en cuenta que esto no es infalible y nunca podremos saber con certeza quién y por qué realiza esas operaciones: Limpiar balance, Vender forzadamente para tener liquidez, compras por entradas netas de clientes, etc... y el tipo de activo, sector, liquidez, contexto macro, momento de ciclo, etc... influyen mucho en lo que puede estar pasando realmente. La idea es poner la balanza de posibilidades a nuestro favor.
Tampoco todos los volúmenes son iguales. Existen los contratos apalancados como son las opciones y los futuros. El volumen en los contratos de opciones es igualmente importante, aunque muchos de esos contratos acaben expirando por quedar fuera del dinero. Es dinero cuantificable que entra y sale a precios que podemos rastrear y seguir, se conoce como smart money o unusual options activity.
Si hay alguien que se juega mucho dinero a un determinado escenario, aunque no conozcamos la composición de su cartera, puede inclinar la balanza hacia en esa dirección, aunque nunca sabremos si esa operativa estaba destinada a ser una cobertura o una operación direccional.